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El Parador de Alarcón, auténtica fortaleza árabe, se asienta en un meandro del río Júcar, sobre un promontorio en las lindes manchego-levantinas. El hotel que ocupa el castillo medieval de los Marqueses de Villena, es el resultado arquitectónico de más de trece siglos de historia. Fundado por los musulmanes en el siglo VIII, escenario de múltiples asedios y revueltas, fue tomado por el rey Alfonso VIII en el siglo XII y, más tarde, habitado por el insigne literato Don Juan Manuel.
La monumentalidad del Parador, localizado en la entrada del mismo pueblo con sus iglesias, torres y fortificaciones, se aprecia en la Torre del Homenaje, en las almenas y en el interior redecorado en el 2003 después de unas obras que afectaron el conjunto total, remarcando el rigor y la sobriedad de la construcción, eliminando revestimientos y ofreciendo una imagen más respetuosa con el edificio original.
Regias maderas de roble y una mezcla de estilo moderno y clásico acentúan el carácter medieval, el uso de los rojos y naranjas contrastan con el exterior austero, y sirven para enmarcar una verdadera colección de pintura, que remite al famoso museo de arte abstracto de Cuenca; Tapies, Redondela, Sempere, Amadeo Gabino y Álvaro Delgado son algunos de los pintores presentes en el antiguo Castillo.
Situada en lo más alto de la torre se encuentra la habitación más hermosa, dedicada al Infante Don Juan Manuel (sobrino del rey Alfonso X El Sabio): con bóveda imponente, ambiente mágico y acceso privado a la almena vigía de la torre, con inmejorables vistas... - un reducto de paz en la meseta castellana.
La gastronomía se basa en la afamada cocina conquense donde no pueden faltar perdices en escabeche, surtidos de patés de aves y caza, productos manchegos como el morteruelo, los zarajos, el pisto manchego y platos protagonizados por el bacalao. En la repostería son obligadas las recetas legadas por los árabes tales como los suspiros de Alarcón, el alajú, el helado de queso, los prestigiosos quesos de La Mancha.
Tierras manchegas, tierra de viñedos: En el Parador de Alarcón se podrán degustar fabulosos caldos de excelente calidad/precio entre los que destacan los vinos tintos de uvas garnachas, cencibel, moravia...
Al interés culinario de este entorno se une su gran atractivo paisajístico: Sisante y San Clemente (30 km.), las Hoces del Río Gabriel, Belmonte, ciudades romanas como Valeria (49 km.), las Rutas del vino y del azafrán, o las Casas Colgadas de Cuenca (85 km.). Además, visitas guiadas por Alarcón y sus edificios más emblemáticos, senderismo, bicicleta de montaña, rutas a caballo, en canoas...
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Conexión internet Wi-Fi disponible en todas las zonas públicas y es gratis y en todas las habitaciones
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